Cómo llegar a los 50 siendo millonario
La clave es empezar a invertir a los 20 años en herramientas que generen rendimientos.
Si tenés entre veinte y treinta años contás con una ventaja invaluable: el tiempo. El secreto no es cuánto dinero se tiene, sino cómo se lo gestiona y se lo multiplica a lo largo de los años. Para eso, la educación financiera es fundamental.
Los primeros años laborales son clave para comenzar a construir un patrimonio sólido. Cuando se habla de educación financiera, no se refiere únicamente a ahorrar dinero, sino a entender cómo hacerlo crecer.
Cuando se habla de educación financiera, no se refiere únicamente a ahorrar dinero, sino a entender cómo hacerlo crecer.
Si bien ahorrar es un buen hábito, no es suficiente para alcanzar la independencia económica o, mejor aún, ser millonario..
Una encuesta de la consultora Opina Argentina también llegó a la conclusión de que, en el país, solo dos de cada diez personas tuvieron capacidad de ahorro en el último mes. Según estos datos, el grupo de menor nivel educativo fue el que reportó una menor posibilidad de ahorro. Mientras que el 39% de los jóvenes al igual que el 27% de los hombres resultaron los segmentos más propensos a conservar algún excedente de sus ingresos.
Invertir en tus 20s: el poder de empezar temprano
Si a partir de los 20 años se empezaran a ahorrar 100 dólares por mes, en 30 años se habrá juntado 36.100 dólares. Pero, si en lugar de solo ahorrar, se invierte esa misma cantidad en herramientas que generen rendimientos que a los 50 años se podría tener 150.130 dólares. Todo gracias al poder de las ganancias compuestas.
Las ganancias compuestas (o interés compuesto, según el instrumento de inversión que utilices) es uno de los conceptos más importantes en finanzas. Básicamente, es el proceso de ganar rendimientos sobre los rendimientos generados previamente. Cuanto antes se empiece a invertir, más tiempo tendrá el dinero para crecer y generar ingresos adicionales.
Simplestate define los pasos para poder aprovechar las ganancias compuestas
Comenzar lo antes posible: el tiempo es el mayor aliado cuando se trata de invertir. Cuanto más temprano se empiece, más se multiplicarán los ahorros.
Invertir regularmente: no importa si la cantidad es pequeña. Lo importante es la constancia. 100 dólares por mes puede parecer poco, pero con el tiempo, ese monto crecerá exponencialmente.
Buscar inversiones seguras y rentables: no es necesario asumir grandes riesgos. Existen opciones como los bienes raíces que, históricamente, han ofrecido buenos rendimientos con una estabilidad considerable.
Cómo empezar el camino para ser millonario
Gonzalo Abalsamo, co fundador y CEO de Simplestate, comparte algunos consejos que son clave para lograrlo:
Diversificar las inversiones: "No pongas todos tus ahorros en un solo lugar. La diversificación es clave para reducir riesgos y aumentar tus chances de obtener buenos retornos. Podés combinar inversiones en bienes raíces, acciones, bonos y otros instrumentos financieros"
Evitar las deudas innecesarias: "Las deudas de consumo, como las de las tarjetas de crédito o préstamos personales con altos intereses, son uno de los principales obstáculos para alcanzar la independencia financiera"
Invertir en propiedades: "Las propiedades han sido históricamente una de las formas más seguras y rentables de inversión. Comprar propiedades te permite generar ingresos pasivos a través del alquiler, mientras que el valor de la propiedad sigue aumentando con el tiempo. Además, al tratarse de una inversión tangible, es una excelente opción para quienes buscan seguridad"
La importancia de tener un plan financiero
Uno no se puede convertir en millonario sin un plan claro. Tener una estrategia financiera permite visualizar las metas, establecer un camino para lograrlas y mantenerse enfocado. Es fundamental revisar las finanzas regularmente y ajustar el plan según sea necesario.
Definir objetivos: establecer metas específicas y alcanzables. ¿Querés ahorrar para comprar una casa, viajar o retirarte temprano?
Crear un presupuesto: controlar ingresos y gastos. Saber exactamente a dónde va el dinero y cuánto se puede destinar a inversiones cada mes.
Establecer un fondo de emergencia: antes de comenzar a invertir, es importante tener un fondo de emergencia que cubra al menos tres a seis meses de los gastos básicos. Esto dará seguridad en caso de imprevistos.