Los argentinos son más felices que en los últimos 7 años
El 54.5% de los argentinos se siente satisfecho con su vida, evidenciando un crecimiento en relación con el primer trimestre de 2024.
Los niveles de felicidad en la población argentina alcanzaron cifras históricas, ubicándose entre los más altos de los últimos siete años, mientras que los de burnout se mantienen elevados, aunque muestran señales de mejora en comparación con los datos del primer trimestre del año, según determinó una medición sobre los niveles de Felicidad y Burnout en Argentina del Observatorio de Tendencias de Insight 21 (Universidad Siglo 21).
Con respecto a las cifras sobre felicidad: el 54.5% de los argentinos se siente satisfecho con su vida, evidenciando un crecimiento en relación con el primer trimestre de 2024. Este aumento es particularmente significativo en la población masculina y personas con estudios de posgrado, quienes reportaron los mayores niveles de satisfacción.
A partir de la "Escala de satisfacción con la vida", instrumento que utilizan otros países y organismos como la UNESCO y la OMS, el Observatorio de Tendencias de Insight 21 identificó que los jóvenes de entre 18 y 29 años son el único grupo etario que registra una tendencia positiva sostenida en felicidad durante el año. Por el contrario, las personas de entre 50 y 59 años continúan presentando los niveles más bajos de satisfacción.
En tanto, los niveles de burnout, evaluados mediante el Maslach Burnout Inventory (MBI), revelan que 1 de cada 4 argentinos continúa enfrentando síntomas significativos de agotamiento laboral. En noviembre de 2024, el 26.9% de la población reportó sentirse demasiado exhausta para participar en otras actividades después del trabajo, mientras que el 23.5% expresó dificultades para relajarse al finalizar su jornada laboral.
Aunque estos datos muestran una leve mejora respecto al primer trimestre, preocupa el aumento entre los jóvenes de 18 a 29 años, quienes ahora presentan el mayor nivel de burnout (23,26%), superando incluso al grupo de 50 a 59 años, históricamente más afectado por esta problemática.