Mindfulness

Por qué una ducha helada es una excelente manera para empezar el día

Trae beneficios para el organismo y la psiquis. Es un paso que amerita coraje, sobre todo en invierno. La alternativa doméstica a los baños de hielo.

En el mundo del deporte el concepto de baños helados es usual, porque someter el cuerpo a un cambio brusco de temperatura potencia la recuperación muscular. Pero sin llegar al extremo de sumergirse en una bañera con hielos, comenzar el día con una "cold shower" o ducha fría trae muchos beneficios.

Por qué una ducha helada es una excelente manera para empezar el día

La tendencia de cualquier persona es comenzar el día con un baño caliente, sobre todo en invierno. Despertarse y meterse bajo el agua fría se convierte en un desafío, y es por eso que hacerlo crea un primer beneficio que es de orden mental, espiritual. Lograr hacerlo crea el efecto mental de haber iniciado el día con un triunfo, con coraje, vencer el miedo.

El consejo para hacerlo es empezar tolerando apenas unos segundos y tratar de sumar un poco más cada día, sin excederse de los 5 minutos. Luego seguir con la ducha caliente habitual.

Una ayuda para aguantar ese impacto helado es trabajar en la respiración, controlarla, en ese respirar consciente, se tolera la reacción inmediata de mejor manera.

Cuáles son los beneficios en el organismo de las cold showers

Disminuye la inflamación muscular: la exposición al agua fría puede ayudar a reducir el dolor muscular y la fatiga después de un entrenamiento intenso.

Mejora la inmunidad: induce la liberación de las llamadas proteínas de choque térmico que ayudan a estabilizar las proteínas dañadas que participan en las vías de señalización proinflamatorias, replegándolas adecuadamente, lo que optimiza la respuesta inmune.

Por qué una ducha helada es una excelente manera para empezar el día

Mejora la circulación: como el cuerpo genera calor para combatir el frío, la sangre caliente se abre paso a través de las arterias, estirando sus paredes y los capilares de la piel se tensan para minimizar la pérdida de calor en la superficie. Al pasar a la ducha cálida, el proceso se revierte, el cuerpo se relaja y todos esos tubos se reducen a su tamaño normal. Ese estiramiento y tracción mantiene todo el sistema vascular ágil y flexible, mejorando la circulación.

Mejora el metabolismo: como respuesta al impacto frío, el sistema celular reacciona para generar calor corporal y todos los órganos y procesos fisiológicos implicados en la producción de esa energía se activan y, como resultado, se vuelven más eficientes.

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