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"Estallido sensorial y derrumbe psicológico": cómo es salir por primera vez de Cuba

Con "Aterrizar en el mundo", el periodista Abraham Jiménez Enoa presenta lo que vivió al tener que irse de la isla a Barcelona.

"No es lo mismo salir de Cuba que salir de cualquier otro país por primera vez. Salir de Cuba es caer en el mundo", anticipa el periodista Abraham Jiménez Enoa en Aterrizar en el mundo, su libro en el que cuenta la experiencia de irse del país caribeño y exiliarse en Barcelona en 2022. "He vuelto a nacer con 33 años", aseguró en una entrevista con Marc Giró en "Late Xou".

Para el autor, la llegada a Europa fue una mezcla de estallido sensorial y derrumbe psicológico, de acuerdo al texto de presentación de la editorial del libro (Libros del K. O.), que desbordó al periodista Abraham Jiménez Enoa después de exiliarse en 2022 en Barcelona. "Bienvenido, aquí se satisface el síndrome de la compulsión", leyó a la entrada de una tienda. El primer impacto. El otro fue la xenofobia explícita y hostil de miradas, insultos y desconfianzas.

Jiménez Enoa recuerda sus años en Cuba, con nostalgia, pero sin perder de vista por qué se fue. En la isla había fundado una revista de periodismo independiente, "El Estornudo", que se escribía en plazas al aire libre gracias a las tarifas de internet baratas ofrecidas por los camellos de bytes. Sin embargo, esa iniciativa sería perseguida por el gobierno cubano. Al poco tiempo comenzaron los arrestos e interrogatorios, y las represalias laborales a familiares y amigos.

En esa circunstancia, además, perdió la complicidad de su abuela, que antepuso su fe en la Revolución al amor por su nieto. Ella falleció tres meses después de que Jiménez Enoa se fuera. No hubo despedida posible.

Salir de Cuba en primera persona

"Me propuse contar la Cuba oculta, sacar toda la romantización", explicó el autor. Un país donde internet llegó a fines de 2015 y con un valor muy caro para el ingreso promedio, donde un hombre debió estar preso siete años por tener una antena en su casa que le permitía ver partidos de fútbol en directo. Esos son algunos de los ejemplos de lo cotidiano para comprender un contexto completamente diferente.

Jiménez Enoa tuvo muchas trabas en el ejercicio del periodismo, más allá de la revista que fundó, comenzó a trabajar como corresponsal para The Washington Post, por esas razones padeció arresto domiciliario, amenazas, interrogatorios transmitidos por televisión para todos los cubanos.

"Me convertí en un gusano en Cuba", contó. Esa categoría que corresponde a un calificativo despectivo para hablar de quienes cuestionan el régimen cubano.

En el último tiempo se abrió la posibilidad de quienes se quisieran ir de Cuba puedan hacerlo, para nunca regresar. Fue entonces que el periodista decidió partir.

En Barcelona se topó con un mundo completamente ajeno, "los subtes eran serpientes mecánicas para mí", contó. Una de las experiencias avasallantes fue encontrarse con opciones de productos. "Había 10 tipos de quesos y salía del negocio sin poder comprarme ninguno, por lo abrumador de la experiencia", recordó con humor. "Lo mismo me pasó con las tiendas de ropa, entraba y me parecían un laberinto".

Por último, se topó con un racismo nuevo en España. "Me he descubierto negro aquí, es raro que pase un día sin que me pidan identificación o me pare la policía o viva una mirada de desconfianza", finalizó en la entrevista televisiva.

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